CUERPO

BENEFICIOS DE LA HENNA

Seguro que una o varias veces en tu vida te has cruzado con la henna, ese polvo que mezclado hace una pasta imprescindible para las mujeres marroquíes, y que poco a poco ha ido introduciéndose también en las modas occidentales.

Y es que, este producto estético natural es válido para cualquier persona, independientemente de alergias o pieles atópicas.

La henna puede aplicarse tanto en el pelo como en la piel, y en ambos casos tiene unos beneficios increíbles.

Usos de la henna en el cabello

La aplicación de la henna en el cabello actúa como un tinte, que colorea el cabello alcanzando distintos tonos en función del color base, siendo negro con reflejos caobas en bases oscuras y anaranjado cuando lo aplicamos en cabellos rubios o blancos.

Pero no queda ahí.

A diferencia de los tintes químicos, la henna no sólo no estropea el cabello, si no tiene la capacidad de repararlo, nutrirlo y fortalecerlo. De esta forma, le devuelve la belleza y un brillo sorprendente.

Propiedades en el cabello

No decolora ni daña el cabello
Duración aproximada de tres meses.
Se elimina gradualmente, por lo que siempre se ve muy natural.
Aporta un color natural.
Fortalece el cabello y aporta espesor.
Ideal para personas con pelo fino y/o quebradizo.
Cubre los cabellos blancos.
Puede utilizarse con frecuencia, ya que lejos de dañar, mejora la calidad del cabello.
Poder limpiador, por lo que va genial como tratamiento anti-caspa.
Reduce la pérdida del cabello.

Usos de la henna en la piel

La henna es conocida principalmente por su uso en tatuajes temporales, siendo normalmente una profesional quien los aplica dada la dificultad de sus diseños.

Si estás en Sevilla o alrededores, te dejo aquí el enlace de una empresa que hace todo tipo de tatuajes de henna, tanto de forma individual como en reuniones y eventos. ¡Y son realmente preciosos!

Como nos traen las culturas expertas en estas técnicas, estos tatuajes suelen hacerse en manos, antebrazos, pies y piernas. Aunque realmente se puede aplicar en todo el cuerpo, popularizándose cada vez más los tatuajes en otras zonas como espalda, escote y vientre.

Un buen uso también es, si estás pensando en hacerte un tatuaje definitivo, probar antes con henna, y así terminar de decidir si el diseño, ubicación y tamaño es el ideal para ti.

Al igual que ocurre con el cabello, más allá del uso decorativo, la henna aporta muchos nutrientes a la piel, actuando en las capas más profundas.

Propiedades en la piel

Alto poder nutritivo.
Antiinflamatorio, ideal para tratamientos artríticos y reumáticos.
Calmante.
Aporta suavidad.
Mejora la calidad de las uñas.
Antioxidante.
Ayuda a la cicatrización de heridas.
Regula la temperatura corporal (ayuda a bajar la fiebre).
Alivia el dolor de cabeza y migrañas, aplicando el jugo de la planta directamente en la frente.
El aceite de henna es ideal para tratar trastornos del sueño, calmando el cuerpo y la mente.
Desintoxica.
Consumir agua o semillas de henna regula la presión arterial, siendo ideal para aliviar el estrés y prevenir ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares.

Cómo hacer tatuajes de henna

Existen cada vez más tipos de henna, pudiéndose encontrar ya en el mercado henna de colores, sin embargo, lo ideal es utilizar la original, que tiene un color marrón oscuro, ya que las que tienen color (como la negra, que puede llegar a confundirse con la original) contienen químicos y pueden causar reacción en algunas pieles.

Para aplicarla, primero debes tener la piel limpia, y aplicar en ella aceite esencial de romero con un algodón.

A continuación puedes proceder a hacer el diseño.

Una vez terminado, es muy importante que evites roces hasta que quede completamente seca la mezcla (unos 20 minutos).

Para prolongar la duración del tatuaje, mientras va secando, puedes rociar una mezcla de agua con azúcar, que lo irá humedeciendo y nutriendo, de forma que ampliarás el tiempo de secado y con ello el tiempo en que la piel está absorbiendo henna.

Cuando esté completamente seco, puedes dejar que vaya cayendo la pasta por sí misma, o bien quitarla en seco, simplemente rozándola con la mano.

Si vas a dormir, es importante que antes hayas retirado completamente la pasta de la piel. De esta forma evitarás posibles manchas en las sábanas y en otras partes del cuerpo.

La duración de los tatuajes es de una a dos semanas, dependiendo de la zona en que lo tengas, las veces que lo laves, etc.