Es muy diferente llegar a casa y encontrar todo sucio y patas arriba, llegar a la oficina y encontrar la mesa llena de cosas y papeles…. Es diferente a cuando llegamos y está todo limpio y ordenado, y si huele bien, ¡mejor!
Todos hemos vivido esas experiencias y conocemos las sensaciones que provoca cada una.
¿Es posible decir entonces que el entorno no nos influye? ¿Acaso no hemos sentido paz en medio de la naturaleza, o contemplando el mar?
Por supuesto nos afecta, y mucho, dónde nos encontramos y cómo nos rodeamos, tanto en lo que refiere a lugares y cosas, como a las personas y animales con las que nos relacionamos.
Este es uno de los campos más abandonados, por lo que vamos a ver qué nos afecta y cómo… Pero sobre todo vamos a ver de qué deberíamos rodearnos según lo que necesitemos en cada momento.