“Para poder estar bien con alguien, primero debemos estar bien con nosotros mismos”
Seguro que más de una vez escuchaste esta frase pero… ¿La tenemos tan en cuenta como deberíamos?
Vivimos tan ajetreados que normalmente nos olvidamos de estar con nosotros mismos, hay a quienes incluso les da miedo verse solos y quieren llenar cada minuto con personas, con ruido ….y no nos damos cuenta de que son tan importantes esos momentos a solas.
Momentos que te permiten conectar contigo mismo, asimilar lo que te está pasando, disfrutar del entorno, de lo que pasa a nuestro alrededor, elegir qué nos apetece hacer realmente a nosotros, recapacitar sobre los acontecimientos que van pasando, relajarnos escuchando música, relajar la mente escuchando silencio, o la lluvia caer, o la vida en la calle…
Al fin y al cabo son cosas que nuestra mente agradecerá, ya sea que las uses para relajarte o para ordenar ideas – lo cual agradecerás haber hecho y tener un peso menos durante el día-.
Aprende a estar solo
MOMENTOS
Es verdad que nos queda poco tiempo libre al día, después de todas las obligaciones y estar tiempo con los nuestros, pero es importante que saquemos aunque sea un pequeño momento para nosotros mismos, es una forma de meditar para los que no tenemos tiempo de meditar 😉
En el coche o bus
Que no te interrumpan, no te interrumpas… Dejemos un viaje del día para pensar, relajarnos con música, estar con nosotros mismos… Cuando no vamos acompañados, vamos hablando por el manos libres, Whatsapp o escuchando un programa de radio. Vamos a dejar esas distracciones externas. Si no tienes nada de tiempo, al menos este momento no debe ser difícil de sacar. Pon música que realmente te guste sin distraerte mucho o apaga la radio. Relájate y piensa lo que te apetezca, si lo que te vienen son problemas, no pasa nada, solo ordénalos en frío y piensa en cómo vas a solucionarlos, si puedes solucionarlos, o cómo vas a asimilarlos. Si son pensamientos positivos recréate en ellos, no siempre estarás tan tranquilo/a, disfruta el momento, te lo mereces.
Que te apetece cantar… canta. Haz lo que quieras y piensa lo que quieras Tú.
Es un buen momento para poner filtro y orden a lo que te pasa, poner orden a los pensamientos y tareas pendientes, de forma que ya no tengas que seguir preocupándote. De esta forma empiezas a ocuparte en lugar de pre-ocuparte, que es mucho más productivo.
Es un buen momento para relajarte y conocerte un poco más.
En la ducha
Si puedes darte un baño después del ajetreo de todo el día… No lo dudes!
Si sólo cuentas con tiempo o lugar para una ducha, no está tampoco nada mal. El agua se lleva parte del cansancio y saturación diaria, contribuye relajando la mente. Si es al final del día mejor que los pensamientos que tengas sean positivos, haz un repaso de lo bueno, seguro que hay más cosas buenas que estresantes o malas. De lo que no te hayas ocupado ya, si puede esperar, te ocuparás mañana. Si es por la mañana puedes empezar a despertar poco a poco la mente con la ducha o empezar a ordenar los objetivos diarios para no tener que andar improvisando, y por tanto pensando lo mismo más veces a lo largo del día, ocupando parte de la mente mientras haces otras cosas, y creando un estrés innecesario.
Haciendo deporte
Si es solo mejor. Realmente no necesitamos a nadie para ir al gimnasio o para ir a correr. Aunque a veces también apetece hacerlo acompañado, resérvate algunos momentos para hacerlo solo, al fin y al cabo se trata de tener las mínimas influencias externas a nuestros pensamientos por un ratito, y este no está mal, ya que no son momentos en los que aprovechemos mucho la compañía que tenemos por estar concentrados en el ejercicio y sin embargo la compañía nos afecta continuamente el diálogo interno que podamos tener, o la desconexión de la mente.
Además, el deporte genera endorfina, que contribuirá a que los pensamientos sean más positivos y nos sentiremos mucho más capaces de todo.
Descansa 15 minutos
Ya sea que estés trabajando, haciendo cosas en casa o cualquier otra tarea… Date 15 minutos y desconecta un poco, si el mundo no se ha terminado antes, no lo hará porque pares 15 minutos.
Sal a tomar el aire, el sol, o túmbate, ponte música, lee, escribe, haz lo que quieras por 15 minutos que ayude a relajar la mente. Luego, vuelve a lo que estabas haciendo. Pero ya tendrás un poquito menos de estrés encima y más motivación por lo que estabas haciendo.
BENEFICIOS
Menos estrés. Al tener los pensamientos más ordenados, las tareas solucionadas mentalmente y enfocarnos en lo que estamos haciendo en cada momento, nos sentiremos notablemente menos estresados.
Conocerte más. Al estar solo, hablas más contigo mismo y sabes aprovechar esas conversaciones. Aprendes a recapacitar un poco más en tí mismo, en qué haces y qué te gustaría hacer. Las respuestas te las das tú, no la tele, ni las redes sociales, ni internet, ni la radio.
Libertad. Ganas momentos para hacer lo que te apetezca a tí, pensar en lo que te apetezca a tí.
Recuperar un hobby apartado. Cuando conocemos el valor de los momentos a solas también recuperamos el de nuestros hobbys, seguramente dejaste más de uno por el camino, o algo que siempre has querido hacer y por rutina no lo has hecho nunca. Aprende a sacar momentos para ti mismo y aprovéchalos en lo que sientas que realmente te hace crecer.
Créeme, no tiene nada de malo el silencio, apagar la tele o dejar de mirar la pantalla del móvil un rato para, en lugar de distraernos de nuestros pensamientos, escucharnos a nosotros mismos…
No tiene nada de malo, tiene mucho de bueno.
De esta forma luego nos relacionaremos de forma positiva con quienes nos rodean, porque cuando nos encontramos bien nosotros, también ayudamos a encontrarse bien a los demás.
Comentarios
“Great, thanks for sharing this blog post.Thanks Again. Keep writing.” Ramona Brookshaw
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